Hablan nuestros documentos

Despacito y buena letra

 

     202306-HND-01-ES. 10037.ADPCC  03.02.67  MYC

   
  
 
 
 
 
 
 
     
                    
 
 
Oh Quam gravis est scriptura. Occulos gravat, renes frangit, simul et omnia membra contristat.
¡Qué cansada es la escritura! Fatiga la vista, machaca los riñones y duelen a la vez todos los miembros.

 
Monje anónimo del siglo VIII.
 
 
 

 

 
La vigésima primera edición de “Hablan nuestros documentos” está dedicada a la escritura. Apresuradamente, solemos pensar que después de la imprenta la escritura manual empezó a desaparecer; en los libros ocurrió así, pero no en los documentos, que se siguieron escribiendo a mano hasta la universalización de la máquina de escribir en el primer tercio del siglo XX, aunque algunos documentos han seguido ecribiéndose manualmente hasta hace pocos años.
Pueden verse esta vez en nuestras vitrinas documentos del siglo XIV al siglo XVII, desde una donación en el Rincón de Arañuelo de 1370 hasta un breve de Urbano VIII de 1644 prohibiendo que se presten ornamentos ni alhajas de la Santa Iglesia de Plasencia; conoceremos a través de estos escritos las diversas formas que fueron adoptando las letras con el paso del tiempo, desde la escritura de albalaes hasta la humanística, pasando por la tortura ilegible de la procesal encadenada, que, excepto a los notarios, desagradaba a todo el mundo, puesto que se cobraba por páginas y esta es una letra que, a veces, llena cada renglón con dos o tres palabras solamente.
 

 

 

Excma. Diputación Provincial de Cáceres.

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